Sobre la fundación

Sobre la Fundación

La Fundación nació en 2015 por la iniciativa de cuatro jóvenes residentes en el municipio de Santander de Quilichao, Cauca. Inicialmente, se denominó Fundación Magenta Cultura, Deporte y Desarrollo. En aquel momento, estábamos firmemente convencidos de que para crear más oportunidades en nuestra comunidad, debíamos pasar a la acción. Nos dimos cuenta de que el desarrollo debe comenzar desde la base, reconociendo en los jóvenes, la cultura y el deporte aliados poderosos de transformación social.

Después de años de aprendizaje y experiencias transformadoras, mantenemos firmemente nuestro compromiso de fortalecer el desarrollo local desde sus raíces. Este momento marca un hito significativo para nuestra organización. Después de nueve años, hemos decidido unirnos al movimiento de personas, organizaciones y procesos que creen en los recursos locales como la principal fuerza impulsora del desarrollo sostenible. También reconocemos la filantropía comunitaria como una práctica arraigada en nuestras relaciones humanas en Latinoamérica, gracias a las diversas cosmovisiones heredadas de nuestras culturas ancestrales. Compartir, ayudar, colaborar y pensar como un frente unido es algo que hacemos de forma cotidiana. Por eso, hoy Magenta se propone trabajar en el reconocimiento, la revalorización y la integración de la filantropía comunitaria, así como en el desarrollo comunitario, local y autónomo.

Nos llena de inspiración ser una organización local que colabora estrechamente con actores comunitarios que son expertos en sus territorios. Personas que tienen principios inquebrantables, como: el respeto por cada ser humano que representan amor profundo por sus territorios, un compromiso genuino con las generaciones venideras y la firme convicción de que cada comunidad posee el potencial para alcanzar su propia visión de bienestar y desarrollo. Además, se destacan por su experiencia y criterio para ser garantes de procesos transparentes, su disposición para aprender y ampliar sus comprensiones, así como su firme deseo de transformar su entorno en un lugar lleno de oportunidades para todos.

En este 2024, nos llena de orgullo alzar nuestras banderas en favor de la Filantropía Comunitaria, entendida como un intercambio recíproco en el que cada actor aporta al sistema con igual importancia. Por ello, apostamos por una organización que acompañe a los líderes y lideresas de los municipios del departamento del Cauca en diversas líneas de acción para impulsar las transformaciones deseadas. Reconocemos que nuestros activos locales, especialmente nuestros saberes, son la base fundamental para este proceso.

Por ello, nos hemos transformado en la Fundación Territorial Magenta, y te invitamos a unirte a nosotros de la manera que prefieras. Juntos, trabajaremos para descolonizar el desarrollo y cultivar relaciones recíprocas que impulsen a la transformación social, la armonización de nuestros sistemas y el buen vivir.

Empezamos transformando comunidades en 2015 en Santander de Quilichao, Cauca, con cultura, deporte y desarrollo local. Uniendo fuerzas por una filantropía comunitaria que cultiva el bienestar y el progreso sostenible.

Manifiesto Magenta

En el corazón del Cauca, entre las raíces profundas y diversas de nuestras comunidades, surge un movimiento imbuido en el espíritu de la filantropía comunitaria. Nosotros, miembros comprometidos de la Fundación Territorial  Magenta, proclamamos este manifiesto como la expresión de nuestra fe en el poder intrínseco de nuestras manos, mentes, ideas, emociones, principios y valores para moldear un presente lleno de oportunidades y un futuro soñado dentro de nuestros territorios.

Declaramos que la filantropía comunitaria trasciende los simples actos de generosidad. Es el tejido mismo que conecta nuestras comunidades, basado en la cosmovisión, las prácticas ancestrales de común unidad, ayuda mutua, solidaridad y desarrollo comunitario que fluyen de forma natural en nuestros sistemas relacionales. Rechazamos la idea de una cooperación impuesta desde arriba, abrazando en su lugar la premisa de que nuestras comunidades tienen el poder intrínseco de dirigir su propio destino hacia el bienestar, el equilibrio y la armonía.

Nos alzamos como faros de emancipación, desafiando las cadenas del poder paternalista y la desconfianza en nuestras capacidades. Nos comprometemos a trazar el camino del desarrollo desde nuestra comprensión del buen vivir, respaldados por nuestros conocimientos y liderazgos locales.

Nuestro propósito es acompañar a los liderazgos locales para que alcancen su máximo potencial, expandan sus horizontes y se empoderen por sí mismos. Nos visualizamos como una organización que cultiva la transformación desde la autonomía. Nacemos para ser catalizadores de desarrollo local en nuestras comunidades, y creemos que fortalecer la autonomía, el liderazgo informado, las prácticas de transparencia y la corresponsabilidad son el sendero hacia una transformación sostenible, donde cada individuo pueda participar de manera activa, integral  y honesta.

En nuestro viaje, la Fundación Territorial Magenta se alza como un puente entre sistemas diversos que carecen de canales efectivos de comunicación para coordinarnos en la apuesta conjunta por el bienestar de cada hombre y mujer en el Cauca. Reconocemos las barreras que nos separan actualmente del trabajo colaborativo a nivel macro y nos esforzamos por derribarlas, conscientes de que cada voz en el sistema local e internacional de cooperación hacia la transformación social merece ser escuchada y valorada. Apostamos por un sistema en el que todos los actores se reconozcan y valoren con igual importancia. Por eso, creemos en la construcción colaborativa, donde todas las personas son bienvenidas a ampliar sus comprensiones sobre cómo podemos vivir en un sistema propio de transformación social y caminemos en relaciones de confianza, colaboración y amor por el otro.

Nos comprometemos a trabajar incansablemente por un futuro donde el desarrollo local refleje la esencia misma de nuestras comunidades, donde cada individuo tenga su lugar y su voz sea escuchada. Buscamos un futuro en el que el desarrollo no implique renunciar a nuestra identidad ni a nuestros territorios.